Me deja un sabor de boca dulce amargo, la reflexión de un chico que poco a poco se va convirtiendo en hombre. Las imágenes más gratas de los bosques japoneses. Y presenciar ese fabuloso momento en que un ser humano decide que es momento de crecer y ser responsable, cosa que muchas veces dejo de lado. Un ejemplo de como tomar el control de la vida misma con simples acciones y una determinación inquebrantable. Además muestra como también antes de un gran cambio es necesario aislarse y darse tiempo para sí mismo.
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